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El Cristo de Medinaceli, una imagen de Jesús de Nazaret encontrado en la Basílica de nuestro padre Jesús de Medinaceli en Madrid, España.
Es una figura muy antigua, aunque resulta ser muy famosa y un destino religioso para muchos, se desconoce totalmente su autor.
Esta imagen esconde una historia de batallas y cultos atrás de ella, esconde una historia de que cuando el sultán Muley Ismail conquistó la ciudad y obtuvo esta religiosa imagen, la misma imagen fue ultrajada y lanzada por la ciudad para que fuera motivo de burla, en visto de lo que pasaba con el Cristo, un padre trinitario que creía imposible lo que veía y no lo podía permitir, ofrece comprar lo que pese en oro la imagen religiosa, más cuando se va a realizar el pago, para milagro bajó de peso cuando se estaba calculando el peso, hecho como por pura casualidad para hacer molestar al rey.
Desde que llegó a finales de 1682 a Madrid ha sido recibida con gran devoción y una gran cantidad de personas siempre se congregan para hacer peticiones milagrosas al Cristo de Medinaceli, siendo también protegida por la población en general, inclusive en la guerra civil era movida de un sitio a otra para ser protegida de ser destruida por los bombarderos.
El Cristo de Medinaceli ha tenido presencia para hacerle culto en distintos sitios como Valencia, Cataluña, Francia y en último momento Ginebra. En estos días se encuentra en la Basílica, las personas normalmente van los viernes a venerar la adorada figura, más los primeros viernes de marzo o para las procesiones posee una gran corona de oro puro con gemas y diamantes de diferentes ofrendas de joyeros además de la presencia de un miembro de la familia real para rezar en frente de el gran Cristo de Medinaceli.
En las procesiones se saca al Cristo de su recinto para llevarlo por distintos lugares de la ciudad mientras está siendo acompañado y venerado por una gran cantidad de personas el día de viernes santo en la época de semana santa. Distintos venerantes de esta imagen tan religiosa tanto nacionales como internacionales recurren a este evento religioso para mostrar su fe, hacer promesas e incluso mostrar agradecimiento por milagros ya concebidos.
A pesar de que hoy en día a nivel internacional abunda una gran cultura de cierto rechazo a la religión, esta creciente moda no ha bajado la popularidad y la devoción que tienen las personas hacia el Cristo de Medinaceli.