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La provincia de Málaga dispone de una gastronomía muy diversificada gracias a la mezcla de sabores procedentes del mar y los que proceden de la tierra.
La gastronomía andaluza es, para el turista, uno más de los muchos atractivos que puede encontrar en Málaga. Cada rincón de esta bella ciudad nos entrega sabores particulares que mezclan la cocina mediterránea con ingredientes provenientes de la zona serrana. Disfrutaremos de diferentes gustos y aromas al comer durante nuestro viaje a Málaga en restaurantes y bares que agasaje todos nuestros sentidos.
No hay nada más típico en Málaga que comer sardinas a la brasa en la playa. Si acudís a Málaga no podéis dejar de probar los famosos espetos (están hechos a la brasa), y es verdad que esta provincia presenta otros muchos platos deliciosos.
Suele ser el pan que se utiliza para preparar excelentes tostadas, y normalmente se come durante el desayuno.
Se trata de una sopa fría y refrescante típica de la región de la Axarquía. El Ajoblanco, una original versión malagueña, se prepara con almendras, ajo y el infaltable aceite de oliva. Las sopas frías, conocidas como “gazpachos”, son otra de las especialidades de la zona y en Málaga encuentran su toque particular.
La cocina malagueña posee las características de la culinaria mediterránea: olivas y sus aceites, verduras, diversas especias y frutos de mar, son algunos de sus principales ingredientes.
Se trata de una variante del gazpacho andaluz. Esta sopa fría presenta muy pocas diferencias con el típico salmorejo cordobés.
Se trata de una fritura de peces muy pequeños y muy finos, y representan el plato típico del pescadito frito malagueño.
Estas almejas están todavía mejor cuando se preparan en una salsa especial llamada marinera, compuesta de perejil, ajo y vino blanco.
Se parece a una paella, pero que no hubiera terminado de cocerse, y por lo tanto todavía le queda bastante caldo por ser absorbido. Está compuesta de bacalao, de pimiento, de cebolla, de tomate, y de vino blanco, entre otros muchos ingredientes.
Este plato es un poco pesado y es ideal para quitar el hambre. Está compuesto de cerdo, garbanzos, col, judías blancas y morcilla.
Esta ensalada típica de la región es muy refrescante y mezcla diferentes sabores. Está compuesta de patatas, naranja, aceitunas, bacalao y aceite de oliva.
El pescado frito es muy típico de Málaga y de la Costa del Sol. Una fritura malagueña está compuesta de diferentes tipos de pescado más bien pequeños fritos con harina. Al mismo nivel que los espetos, se trata de un plato indispensable que conviene probar cuando se acude a Málaga o a su región.
Con este plato, una cosa es segura, no volveréis a tener hambre hasta el final del día. Se trata de un plato para vientres sin fondo, está compuesto de lomo, chorizo, pimiento frito, huevo frito, y patatas fritas.
Se trata de un plato típico de Ronda compuesto de alcachofas, habas, guisantes, cebolla, morcilla y puré de tomates.
Este plato se prepara con la miga del pan, ajo, aceite, aceitunas condimentadas, y rábanos. En realidad es un plato que se suele tomar en invierno porque tiene muchas calorías.
Este es un plato típico del pueblo de Álora y es el plato tradicional de esta comarca porque eran los trabajadores del campo quienes lo comían a la hora de la pausa para retomar fuerzas. Se trata de un plato consistente que comporta pan, tomate, cebolla, pimiento, ajo, menta, azafrán y pimienta.
Pero esta lista de platos recomendados no terminaría aquí, tenemos como destacados: Las Gambas Cocidas, con sal de mar, o las Gambas a la Plancha, el Pescaíto frito, Espetos de sardina, las Almejas que se cocinan en una exquisita salsa de ajo, perejil y vino blanco.
En las tabernas y restaurantes de hoteles de la Costa del Sol encontraremos las variedades más frescas y exquisitas. Un clásico aperitivo de origen ancestral son los “Boquerones en Vinagre”, que se preparan macerando el pescado durante unos días en vinagre con ajo, hasta que el boquerón cambia su sabor.
Si nos alejamos de la gran ciudad, recorriendo la comarca podemos encontrar nuevos ingredientes y combinaciones que nos sorprendan. Pero no sólo los hoteles nos ofrecen la posibilidad de descansar y disfrutar de una maravillosa comida, las casas rurales en Málaga son una excelente opción para los que desean tranquilidad y platos recién preparados. La carne de caza y los embutidos de creación propia son la especialidad en la serranía, y forman platos típicos tales como menestra de rondeña, el cocido malagueño, callos a la andaluza, conejo a la cortijera, perdices del pastor, entre otros.
Los vegetales también son parte de la tradición malagueña. Existen numerosos platos vegetarianos en los que se combinan hortalizas, verduras y legumbres. Potajes de castañas y judías, lentejas o garbanzos, patatas en distintas preparaciones.
Los dulces de la cocina malagueña merecen una mención especial. Las exquisiteces locales son consumidas en toda España, especialmente en época navideña. Las tortas de almendras, roscos, alfajores, turrones, polvorones y magdalenas son dulces que ningún visitante puede dejar de probar.
La gastronomía en la región se ha enriquecido enormemente en los últimos años. La “cocina de autor” es muy popular en estos días y profesionales de todas partes del mundo llegan a Málaga para mostrar sus creaciones. Todos los grandes hoteles en Málaga poseen sus restaurantes con chefs de excelencia. Por otro lado, los pequeños hostales ofrecen opciones caseras y económicas, que permitirán al turista ser parte de la verdadera culinaria malagueña. En las casas rurales, a menudo se crían los animales y se cultivan los vegetales que se utilizan en la cocina, lo que nos permite estar seguros de que todos los alimentos son frescos y caseros.
Y para acompañar todos estos platos tan deliciosos, no olvidéis pedir un vino dulce de Málaga o de un Pedro Ximénez.
La variedad de la gastronomía malagueña destaca por la multitud de platos diferentes y de productos frescos de la tierra y del mar. Destaca especialmente el pescado en sus diferentes formas y maneras de confeccionar o, especialmente asado y en fritura. Sin embargo, las frutas de la provincia y las verduras de la zona también combinan muy bien con las típicas recetas de la cocina malagueña que merece la pena probar cuando se está de visita por la región.
Este restaurante con encanto está situado en el municipio de Carratraca. A primera vista, se parece a una residencia del pueblo, pero basta con entrar para descubrir un albergue totalmente adaptado, con un pequeño salón que conserva las fotos de aquellos que vivieron en la casa. La sensación que ofrece el hecho de comer da la impresión de acudir a la casa de la abuela. Los platos están preparados de forma artesanal y si un grupo de personas decide acudir para comer, la comida se sirve en la misma marmita en la que han sido confeccionados, de esta forma se puede comer a voluntad. Carlos de Inglaterra fue uno de los comensales de honor de esta singular taberna.
El Albergue El Túnel es un restaurante insólito de Málaga porque la comida se sirve al estilo de la abuela, es decir en la marmita en la que se confecciona. El arroz caldoso y el pollo es la especialidad de la provincia, y mucha gente acude al albergue para probarla. Las costillas, las migas, los callos y el vino de los montes han sido durante años la atracción principal de una clientela muy fiel. Este albergue fue construido al borde de la carretera que iba a Casabermeja por las manos de los propietarios que entonces eran agricultores.
Rocío Tapas y Sushi posee una particularidad muy importante, la colaboración de Masao Kikuchi, uno de los mejores sushiman del mundo. Este cocinero tuvo su propio restaurante en Hawaii y cocinó para el emperador de Japón en persona. Se puede probar lo mejor de la cocina oriental en esta pequeña taberna donde, además, una carta variada de tapas está disponible. Si pasáis por los alrededores, no debéis dejar de probar la sopa Miso, la ventresca de atún, el misoyaki de pescado a la mantequilla o el pulpo sakurani.
La Real Colegiata de Santa María la Mayor es la escena una vez al mes del “Palacio de Andalucía”, un espectáculo para una cena sensorial en este lugar sorprendente que os hará sentir la historia de Andalucía. Una actividad extraordinaria en la que se puede realizar un viaje en el tiempo, que os llevará con la imaginación y gracias a la estimulación sensorial, hacia una experiencia única e inolvidable. Con los ojos vendados se pueden probar sabores que rememoran etapas históricas de la tierra y que merece la pena saborear.
Este restaurante es toda una institución en Fuengirola. La Cocina Chipriota es un establecimiento insólito, no por su comida, sino por el halo astrológico que la envuelve. Aquí se pueden probar recetas típicas del país y al final, descubrir el futuro que os espera. Si se pide un café, una vez terminado se deben colocar las manos por encima de la taza concentrando toda la energía. El propietario del local lee los posos del café y os sorprenderá con su predicción sobre el futuro que os espera.