Uno de los lugares que me gusta visitar es el Castillo de Gibralfaro, que data del siglo XIV, con su punto de vista pintoresco desde donde se tiene una de las vistas más bonitas de la ciudad. Desde ahí os recomiendo caminar a lo largo del muro que da la vuelta al castillo y a los jardines, a las fuentes y al patio de la Alcazaba. Desde aquí me gusta contemplar la puesta de sol, y he descubierto que es un lugar ideal para un paseo dominical, porque después de las 14h la entrada es gratuita. En cualquier caso, no conviene dejar de ver el teatro romano, construido por el emperador Augusto y vuelto a descubrir en 1951. Hoy en día son muchos los espectáculos que se realizan al aire libre, y además la entrada es gratuita.
Si queréis disfrutar de las maravillas del vino del país y comer la cocina local no hay nada mejor que acudir al centro antiguo de la ciudad de Málaga. El primer lugar es el Pimpi, un bar de vino con un ambiente muy especial, sobre todo al mediodía o por la noche donde se puede entrar para saborear un vino dulce de Málaga. Es un viejo bar típico, con azulejos antiguos, toneles de madera y fotos de estrellas que han pasado por el lugar. Otro lugar preferido es la Casa del Guardia, que es la taberna más antigua de Málaga.
Algo que nadie debería perderse es el Museo Picasso. Pablo Picasso nació en Málaga, y el museo que le fue consagrado se sitúa en el Palacio de Buenavista, un edificio renacentista decorado con elementos árabes y restaurado en un estilo moderno. En este museo se pueden contemplar más de doscientas pinturas, las primeras investigaciones académicas y las inspiraciones de antiguos maestros por uno de los mejores pintores del siglo XX. Una vez en el museo se puede echar un ojo al subsuelo, que presenta antiguos vestigios de la Málaga fenicia, del siglo VII antes de Cristo, con trazos de la arquitectura romana.
Uno de mis barrios preferidos de Málaga es la vieja zona de pesca de El Palo, donde me gusta ir a comer espetos de sardinas y pescaíto frito, que se puede además encontrar en cualquier bar de la playa. Las sardinas asadas son el plato típico de Málaga. Normalmente cada espeto contiene 6 sardinas, insertadas en media caña y asadas a la brasa directamente en la playa.
Si queréis tomar una buena comida sentados, se puede ir al restaurante El Tintero, un lugar único donde los camareros pasan por las mesas subastando los platos. Después de la comida, se puede tomar un baño en la playa de Pedregalejo, un barrio chic muy conocido por los habitantes de Málaga por su atmósfera amistosa y distendida. Finalmente cabe destacar que a mí me gusta acabar el día, yendo a la playa, y saboreando una bebida fresca en alguna de sus terrazas.