La playa de las Catedrales es el secreto mejor guardado de Galicia. Está escondida con la marea alta, y cuando el mar se retira, nos descubre todos los misterios. Considerada como un auténtico monumento natural perfilado por el martilleo constante del agua, es el orgullo de todos los gallegos. Su visita es una parada obligatoria si se está de paso por la costa gallega, porque se trata de uno de los más bonitos paisajes naturales del norte de España. Además, ofrece un magnífico paseo que sorprenderá a más de uno.
Es interesante visitar la costa norte de Galicia porque es un auténtico espectáculo donde las exuberantes montañas y el azul del mar ocupan un gran lugar en este paisaje natural. A la hora de hacer noche, se puede escoger entre una amplia gama de hoteles cerca de Playa de las Catedrales.
Sobre esta costa, rara vez se pueden ver playas, sino más bien directamente el azul del mar. En efecto, esta parte del litoral está compuesta de grandes acantilados, como es el caso de la playa de las Catedrales, un lugar mítico y con mucho encanto.
La playa de las Catedrales también es conocida como la playa de las Aguas Santas, y es un conjunto de grandes acantilados que esconden pequeñas grutas profundas, con formas que recuerdan la arquitectura gótica medieval. La playa de las Catedrales se encuentra entre los pueblos de Foz y de Ribadeo, en el norte de la provincia de Lugo, justo en la frontera natural del río Eo que separa Galicia de Asturias.
Lo que hace que esta visita sea espectacular es el paseo entre los acantilados con la marea baja, dejando al descubierto los arcos con una altura de más de 30 metros, esculpidos en la roca, y grutas naturales con un techo en forma de cúpula, y terminadas en aguja, formando un paisaje natural de una increíble belleza.
Por todas estas características, las playa de las Catedrales fue escogida en 2013 como la segunda playa más bonita de Europa, ofreciéndole de hecho un renombre a nivel internacional.