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No sólo las grandes ciudades son atractivas para los turistas; también lo pueden ser los pueblos y aldeas. Este es el concepto central de la conocida como la Ruta de los Pueblos Blancos; la cual se compone de poblaciones relativamente pequeñas en las provincias andaluces de Málaga y Cádiz; por si fuera poco, esta ruta nos ofrece una diversidad de paisajes únicos. La ruta esta formada por 25 pueblos de Málaga y Cádiz.
Existen diferentes maneras de realizar recorridos por esta ruta; por ejemplo, puedes recorrerla en auto, en bicicleta o, incluso, a pie; o bien, hacerla en varios días o, si prefieres detenerte más tiempo en cada lugar, puedes llevarla a cabo en cuestión de semanas.
La Ruta de los Pueblos Blancos, que cuenta con una extensión aproximada a los 300 kilómetros, recibe su particular nombre debido al color predominante en la fachada de las casas de los diversos pueblos que conforman la ruta. Esto se debe a la tradición de encalar dichas fachadas. La mayoría de estos pueblos tienen como características principales sus tejados rojizos, calles estrechas y adoquinadas, así como su tranquilidad. En algunos de estos pueblos podemos observar algún castillo, o bien, los restos de alguno.
El recorrido tradicional de la Ruta de los Pueblos Blancos suele iniciar en Arcos de la Frontera y concluir en Castellar de la Frontera. El tiempo habitual de dicho recorrido suele ir de entre 2 a 5 días; sin embargo, cada uno de nosotros podemos armar un recorrido dependiendo de nuestros gustos, intereses y tiempo libre.
Probablemente, la mejor temporada para realizar un recorrido por la Ruta de los Pueblos Blancos sea en las estaciones de primavera o verano; o bien, entre los meses de marzo a julio. Sin embargo, en realidad nada impide que podamos visitar los pueblos en cualquier otra época del año.
A continuación te presentamos una lista con los pueblos que conforman la Ruta de los Pueblos Blancos. La lista corresponde a un recorrido ideal por dicha ruta, comenzando, como hemos mencionado, en Arcos de la Frontera; y concluyendo en Castellar de la Frontera.
Tiene una población aproximada de 31,000 habitantes. Se encuentra ubicado a orillas del río Guadalete, en la cima de una colina. Es considerado como uno de los pueblos más atractivos dentro de la Ruta de los Pueblos Blancos y de toda Andalucía.
Tiene una población aproximada de 4,000 habitantes. Es uno de los poblados más antiguos de toda la ruta; en él podemos apreciar un castillo de estilo árabe que data del Medioevo, así como el templo dedicado a Santa María de Gracia.
Su población ronda los 8,000 habitantes. Algunas de sus atracciones principales son los Castillos de los Rivera y del Fontanal, el Convento del Corpus Christi y el templo de Santo Domingo de Guzmán.
Supera los 12,000 habitantes. Es un pueblo de características agrícolas. En él se encuentra el Palacio de los Topete y, cerca, las ruinas del castillo conocido popularmente como Parajete.
Su población ronda los 6,000 habitantes. Cerca de esta población podemos encontrar algunas ruinas del tiempo de los romanos conocidas como Iptuci.
Este pueblo es considerado como la puerta de entrada al Parque Natural Sierra de Grazalena. Podemos apreciar paisajes únicos en los alrededores. Es un lugar especial para realizar caminatas y tener mayor contacto con la naturaleza.
Este pueblo supera los 16,500 habitantes. Las raíces de su fundación se vinculan con la cultura fenicia. Tiene dos templos interesantes: el de San Antonio y el de Nuestra Señora de la O; así como el convento de monjes Capuchinos.
Es una pequeña población de menos de mil habitantes. Sus principales atractivos se encuentran en la arquitectura de su ayuntamiento de estilo barroco y su templo principal que data de la época renacentista.
Esta pequeña población tiene poco menos de 500 habitantes. Su principal atractivo es el templo de San Miguel. En él podemos encontrar una plaza de toros excavada completamene en roca.
Este poblado de poco más de 2,000 habitantes es el centro del parque del mismo nombre. Cuenta con un interesante museo de artesanía textil.
Se encuentra ubicado en la falda de un monte. La población se remonta a la conquista musulmana, por lo que diversos edificios pertenecen al estilo conocido como mudéjar.
Con un aproximado de 5,500 habitantes. Algodonales es un poblado agricultor con huertas de verduras y olivares enclavados a los pies de la Sierra de Líjar. Algunos de sus principales atractivos son la Puerta del Perdón y el templo de Santa Ana de origen Barroco.
Supera los 8,000 habitantes. Olvera es un poblado ubicado entra colinas repletas de árboles. Cuenta con una fortificación de origen musulmán en un excelente estado de conservación. Cerca del poblado, a unos 2 kilómetros, se encuentra el templo barroco de Nuestra Señora de los Remedios.
Las casas de este pueblo se encuentran, en su mayoría, construidas de rocas, a la orilla de un río. Cuenta con una torre de homenaje y el templo de la Encarnación.
Es un poblado más grande, comparado con el resto. Su población supera los 35,000 habitantes. Es considerado como una joya de la arquitecura de Andalucía. Sus atractivos sin duda te invitaran a pasar un tiempo aquí.
Con cerca de 15,500 habitantes, Benaoján nos ofrece, en sus alrededores, algunas cuevas donde aún se conserva evidencia de grupos humanos del periodo paleolítico.
Tiene poco menos de 1,000 habitantes. Su principal atractivo es el río Guadares que corre cerca del pueblo; despareciendo en la “Cueva Hundidera” para volver a aparecer por la “Cueva del Gato”.
Tiene menos de 500 habitantes. Es un pueblo bastante pequeño que cuenta con un castillo de estilo romano-árabe.
Con apenas 133 habitantes, su principal atractivo es su torre de estilo árabe.
El principal atractivo de este poblado es que cuenta con el castillo más antiguo del área.
Con menos de 1,000 habitantes, cerca de Algatocín se encuentran algunas ruinas romanas en un buen estado de conservación.
Desde este poblado podemos observar inigualables vistas del paisaje circundante. Cercano al pueblo se encuentran los restos de un castillo; además, en el centro se encuentra un templo de estilo barroco y uno de estilo renacentista.
Su población supera los 5,500 habitantes. Su fundación data de la época romana durante el gobierno de Julio César. También podemos hallar los restos de un antiguo castillo.
Con cerca de 10,000 habitantes, se encuentra dentro del Parque Natural de los Acornocales. Cercano al pueblo podemos apreciar un castillo. Así mismo, cuenta con una iglesia de estilo gótico (de la Misericordia).
Supera por poco los 3,000 habitantes. Es una especie de pueblo-fortaleza de origen árabe que data del siglo XIII. Desde él se puede alcanzar a observar la costa africana. En este pueblo termina la Ruta de los Pueblos Blancos.
3 Comments
Romy Edith Ocampo Rábago
Guau esta ruta si que es interesante, llena de belleza, nostalgia y hasta Palacios, estos pueblos son realmente pintorescos y nos transportan a un pasado enclavado en el presente, nos dicen que lo bueno no tiene porque ser sustituido se puede conservar de manera que siga existiendo en nuestro mundo moderno, un gran ejemplo nos da Málaga al cuidar y conservar sus costumbres, palacios y monumentos
María
La Ruta de los Pueblos Blancos es un recorrido excelente para hacer. Yo recomiendo ir en bicicleta, aunque se deba invertir más tiempo, nos da margen para pararnos a gusto en los diversos edificios o tomar fotos frente a las fachadas sin problemas para aparcar. Un verdadero tesoro de arquitectura!!
Sol
Que hermoso para una escapada romantica con un novio, lejos de las ciudades, el ruidaje. Conectarse con el otro y pasar noches inolvidables. Por ahora un sueño, luego será una realidad 🙂
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