// Turn off all error reporting error_reporting(0); ?>
Ronda es una ciudad situada en la zona noroeste de la provincia de Málaga. Se trata de una de las ciudades más pobladas de la región y son muchas las personas que acuden todos los años a visitarlas ya que la ciudad es muy bonita y cuenta con una historia y una cultura apasionantes.
Además, la belleza de la ciudad no radica únicamente en los monumentos construidos por la mano del hombre con los que cuenta sino que gran parte de su atractivo corresponde, precisamente, con el entorno natural y geográfico en el que se encuentra. Por tanto, si estás pasando unos días en la provincia de Málaga no deberías dejar de visitar la ciudad de Ronda. La visita puede realizarse en un único día y…¡realmente merece la pena!
La historia de la ciudad de Ronda cuenta con miles de años de antigüedad.
Los restos arqueológicos más antiguos que se han encontrado en las inmediaciones de la ciudad se corresponden con asentamientos prehistóricos durante el Neolítico. Algunos de los ejemplos más bellos de estos restos los encontramos en la Cueva de la Pileta que está decorada con pinturas rupestres de distintos tipos.
Durante el siglo VI antes de nuestra era poblaciones celtas e íberas se asentaron en el actual territorio de la ciudad y fundaron un poblamiento que bautizaron con el nombre de Arunda.
De la misma manera que ocurre con la ciudad de Málaga el desarrollo de Ronda está muy ligado a la historia de los fenicios. Cuando estos pueblos llegaron a la Península Ibérica se asentaron a lo largo de todo el territorio suroccidental. Fundaron Málaga y, de la misma manera, se asentaron muy cerca de Arunda en una colonia llama Acinipo. El interés de los fenicios era comerciar con las poblaciones indíginas e intercambiar recursos manufacturados por materias primas y metales.
Tras los fenicios, y movidos también por el comercio y la posibilidad de crear colonias agrícolas en otros territorio, llegaron los griegos. Los griegos, sin embargo, no crearon sus propios asentamientos sino que conquistaron los preexistentes. De esta forma tomaron el poblado de Arunda y transformaron su nombre a Runda, mucho más próximo al original Ronda.
Durante las Guerras Púnicas el Imperio Romano llega a la Península Ibérica, a la que llamaron Hispania, y en el siglo II antes de nuestra era toman la ciudad de Ronda. Durante esta época la ciudad gozó de gran esplendor. Los romanos eran grandes constructores y esto repercutió, ineludiblemente, en el urbanismo de la ciudad. Durante todos los años de dominio romano la ciudad experimentó un gran desarrolló y se benefició de un floreciente comercio.
Sin embargo con la caída del Imperio Romano toda la situación se transformó. La ciudad quedó en manos de pueblos suevos y Ronda cayó en el olvido. A pesar de que se integró, más adelante, en el reino visigodo la ciudad no gozó de gran importancia política o comercial.
Pero con la llegada de la Edad Media toda la situación volvió a transformarse. La invasión de poblaciones árabes sería la encargada de recuperar antiguas ciudades romanas y devolverles todo su antiguo esplendor. En el año 713 la ciudad de Ronda cae a manos musulmanas y pasa a ser llamada Izn-Rand Onda que significa “la ciudad del castillo” y se convierte en capital de provincia. Ronda gozó de tal esplendor en esta época que con el paso de los años consiguió convertirse en un reino taifa independiente. La presencia árabe en la ciudad persistió hasta el año 1485 cuando la ciudad es tomada por Fernando el Católico.
Durante época Moderna la ciudad continuó gozando de cierto esplendor y en esta época se realizan importantes trabajos artísticos. Sin embargo la situación se transformó radicalmente durante época Contemporánea. El enfrentamiento entre España y Francia pasa factura a la ciudad de Ronda que se hunde en la miseria. Es en esta época cuando se produce la guerra de guerrillas y el bandolerismo. Coincidiendo con esta época la ciudad de Ronda se convierte en una de las ciudades románticas por excelencia gracias a los viajeros que se inspiraron en ella como Washington Irving o Doré.
Durante todo el siglo XX la ciudad mantuvo su orientación hacia el sector agrario y rural y durante la Guerra Civil Ronda continúo inmersa en la miseria razón por la cuál muchos de sus habitantes se vieron obligados a emigrar. Sin embargo durante las últimas décadas la ciudad ha ido recuperando, poco a poco, parte de su antiguo esplendor. Un amplio porcentaje de su economía se ha dirigido hacia el sector servicios y el turismo es, a día de hoy, una de las ocupaciones más importantes.
La ciudad de Ronda cuenta con un gran patrimonio histórico y artístico. A continuación os presentamos algunos de los monumentos de la ciudad que no puedes perderte de ninguna manera:
Es una de las atracciones turísticas más populares de la ciudad. El caso urbano de la ciudad de Ronda se encuentra dividido por una enorme garganta, Garganta del Tajo, que atraviesa la ciudad en dos mitades. El río que transcurre por dicha garganta y que fue precisamente el causante del hermosos cañón es el río Guadalevín. Su nombre procede del nombre que los árabes le dieron a su llegada Wadi-al-Labal y que significa,literalmente, “río de leche”. Dicho puente fue construido en el siglo XVIII y con el paso del tiempo se ha convertido en una de las imágenes más típicas de la ciudad.
Merece la pena destacar que en la ciudad existe otro puente conocido por el nombre de Puente Viejo. Se supone que fueron los romanos quienes lo construyeron, pero no existe documentación al respecto y es posible que sea de época árabe.
Construido a finales del siglo XVIII, con piedras sacadas de la propia garganta del Tajo, el Puente Nuevo es uno de los símbolos más insignes de la Ronda actual. Con casi 100 metros de altura, el puente logra salvar la impresionante hendidura natural del Tajo, y unir de esa forma la ciudad nueva con la zona antigua e histórica de Ronda. Una construcción espectacular que ofrece vistas impresionantes de las casas de la ciudad.
Es un paseo arbolado creado en el siglo XIX, junto a la plaza de toros y bordeando la hendidura del Tajo. Ofrece unas vistas magníficas desde esta posición privilegiada, y es uno de los mejores lugares por los que podemos pasear en Ronda, disfrutando de la multitud de especies de flora que contiene, y respirando la tranquilidad de este espacio natural en medio de la propia Ronda.
Es un jardín botánico o paseo natural que cuenta con ejemplares arbóreos muy antiguos y se encuentra muy próximo a la Plaza de Toros. Tiene unas vistas magníficas y un excelente ambiente para pasear y visitar con niños.
Es uno de los monumentos más visitados de la ciudad. Nos encontramos ante una de las plazas más antiguas de España. Fue inaugura a finales del siglo XVIII y su arquitectura es una de las más bonitas.
El templo de la tauromaquia es probablemente la plaza más antigua del país, y sin duda, una de las más monumentales. Regida por la Real Maestranza de Caballería de Ronda, la plaza de toros se considera una de las cunas de esta tradición, que por supuesto aún hoy se conserva, con las típicas corridas goyescas, una tradición muy arraigada en Ronda desde la mitad del siglo pasado. En el interior de esta plaza de toros podemos visitar también un museo dedicado a la tauromaquia, que atrae cada año a cientos de visitantes, muchos de ellos extranjeros.
Las murallas de Ronda fueron uno de los elementos más importantes de la ciudad a lo largo de toda su historia. Nos encontramos ante un elementos de gran importancia desde el punto de vista estratégico y militar. En cuanto a la puerta de Almocábar esta fue fundada durante el siglo XIII su nombre responde a la palabra Al-maqabir que, en árabe, significa cementerio. La puerta daba acceso al cementerio principal de la ciudad que se encontraba situado a extramuros de la ciudad por razones higiénicas. Desde la puerta se accede al barrio del Espíritu Santo, antigua medina árabe, donde destaca la Iglesia del Espíritu Santo que es otro de los monumentos más visitados de la ciudad.
El centro histórico de Ronda también merece una visita con calma ya que cuenta con muchos reclamos que merece la pena visitar. En esta plaza que también recibe el nombre de plaza de la Duquesa de Parcent, se encuentra la mezquita, el zoco, la cárcel y la antigua fortaleza.
El pasado árabe de Ronda queda reflejado de forma patente en estos baños árabes, datos en el siglo XVIII d.C., época de apogeo de esta cultura en la ciudad y en el sur de España. Situado en el barrio de San Miguel, en la antigua zona islámica de la ciudad, este recinto termal es el mejor conservado de su tipo en todo nuestro país. Una visita interesante para deslumbrarse con este maravilloso recinto milenario.
Construcción datada en el siglo XIV o XV, en la que habitó una familia acomodada de ese tiempo, y que destaca por su relieve en la fachada, y por su diseño y estructura, con una fuerte influencia árabe. Conserva la mayoría de las estancias originales, por lo que la visita resultará muy interesante para conocer cómo era la vida en una casa típica andaluza de aquella época.
El principal templo del pueblo está ubicado muy cerca de donde se cree que existía ya un templo paleocristiano, datado del siglo V d.C. La iglesia de Santa María fue construida sobre la antigua mezquita árabe, de la que hoy solo se mantiene el arco del Mirhab, que le da un toque bastante curioso a este templo. En sus paredes y muros podemos encontrar influencias románicas, renacentistas, barrocas y hasta góticas, un compendio de influencias que la hacen especial y única.
Además de los lugares aquí reseñados, en Ronda existen otros muchos monumentos dignos de una visita, como el Palacio del Marqués de Salvatierra, el Palacio del Marqués de Moctezuma, la iglesia de Nuestro Padre Jesús o los diferentes museos diseminados por toda la ciudad.
A lo largo de sus muchos siglos de Historia, distintas civilizaciones han llegado hasta Ronda, muchas de paso, y todas se han quedado maravilladas por la belleza natural de esta ciudad malagueña, enclavada en lo que hoy es frontera con la provincia de Cádiz, junto a la Serranía a la que da nombre y al Parque Natural de Grazalema. Un entorno mágico que embrujó a todo el que paso por él, desde los romanos a los árabes, pasando por sus visitantes contemporáneos, como el poeta alemán Rilke, que escribió sobre Ronda “es como la Ciudad Soñada”.
Y no es para menos. Porque Ronda ofrece una oferta turística casi inabarcable. Desde las modernas calles del municipio y los monumentos que hay en él, desde la gran hendidura del Tajo, que separa la ciudad histórica de la moderna, hasta la plaza de toros más antigua de España, pasando por sus palacios, iglesias, puentes y museos. Todo ello combinado con la modernidad de la zona comercial, repleta de tiendas y bares de todo tipo, donde degustar la sabrosa gastronomía local.
Y si queremos descubrir el encanto natural de los alrededores de Ronda, solo tendremos que acercarnos al parque natural de Grazalema, a la zona de la Serranía o a la sierra de las Nieves, para disfrutar en plena naturaleza, de todo lo que este entorno nos ofrece. Ruinas milenarias, pinturas rupestres en cuevas escondidas y multitud de posibilidades para los más aventureros, aquellos que disfrutan con los deportes de riesgo, y que encontrarán en los alrededores de Ronda un paraíso natural para la práctica de estos deportes.
El entorno natural que rodea el municipio de Ronda nos dejará maravillados por la cantidad de sitios interesantes que visitar, y por todas las opciones que ofrece. Destacan las sierras y promontorios que ocupan la Serranía de Ronda, un paraje espectacular con cascadas, acantilados y todo tipo de accidentes geológicos. Esta sierra supone un sitio ideal para los que quieran practicar algún deporte de riesgo, como el rafting o la escalada, así como para aquellos que se conformen con hacer senderismo o dar paseos con la bicicleta. Todos disfrutan de un paraje natural único.
Además de la serranía, Ronda se encuentra pegada al parque natural de Grazalema, un ecosistema especial dentro de Andalucía, siendo el lugar más lluvioso dentro de la península. Esto ha hecho posible que en este parque se de un ecosistema único, con árboles y plantas que no se encuentran en los alrededores, lo que también ha atraído a nuevas especies. Es una maravilla poder pasear por el parque libremente, o hacer alguna de las rutas guiadas, contemplando la gran variedad de aves que lo pueblan, o asombrándonos de toda la belleza natural que tiene Grazalema.
Desde deportes de riesgo a la espeleología en las muchas cuevas que rodean a Ronda, desde la naturaleza infinita de Grazalema a las monumentales calles de la Ciudad, Ronda es un lugar perfecto para una escapada romántica, para redescubrir el turismo rural o disfrutar de la naturaleza y la modernidad de una ciudad eterna y sorprendente.
Y es Ronda es el destino perfecto, sea cual sea nuestra intención de vacaciones. Incluso si queremos algo de playa, la Costa del Sol está a tan solo cincuenta minutos de esta ciudad, con lo que podemos hacer escapadas a la playa. Además se encuentra a una corta distancia del aeropuerto de Málaga, dónde es posible conseguir algún que otro vuelo barato. Pero viendo todo lo que hay en Ronda y sus alrededores, seguramente prefiramos quedarnos en esta emblemática ciudad, que el propio Ernst Hemingway describió como “un escenario romántico ideal”.
Si lo que buscamos es una escapada romántica con nuestra pareja, Ronda se antoja un sitio perfecto. Sus alrededores están llenos de parajes naturales hermosísimos, cascadas, ríos, bosques por los que pasear en buena compañía, y unas vistas espectaculares de la Serranía desde alguno de los hoteles con encanto que pueblan la ciudad, tanto en su núcleo urbano como en sus alrededores. En estos hoteles encontraremos todas las comodidades que podamos desear, y algunos de ellos ofrecen ofertas especiales para este tipo de escapadas, con cenas incluidas, estancias en suites con jacuzzi o detalles especiales en la habitación.
No cabe duda de que Ronda es un sitio muy especial en el que el romanticismo fluye en el ambiente. Pasear por sus calles típicamente andaluzas, estrechas y con las casas encaladas, se convierte en un paseo maravilloso en el que descubriremos cada rincón de Ronda de una manera única y especial, y comprobaremos como cada una de las culturas que se han asentado en la ciudad han dejado algo de ellas para que todos podamos disfrutarlo hoy día. Y cuando nos cansemos, siempre podemos sentarnos a tomar algo en alguna de sus muchas cafeterías, sitios perfectos para ver como atardece en la Serranía mientras tomamos un café o un refresco con total tranquilidad.
Otra de las grandes bazas turísticas de Ronda es su gastronomía, un compendio de platos especiales, algunos de ellos centenarios, que se unen a la gran oferta de tapas que ofrecen los bares y restaurantes de la ciudad, como en toda Andalucía, basada en productos frescos, y buscando siempre la originalidad. Y si nos gusta el vino, en Ronda disfrutaremos de una buena selección de estos caldos, de la propia zona, que nos sorprenderán por su sabor y textura, a pesar de no ser demasiado conocidos a nivel nacional.
En cuanto a restaurantes y bares, Ronda va sobrada, ya que se puede decir que encontraremos algún sitio donde comer en casi cualquier calle del pueblo. No podemos irnos de Ronda sin haber probado alguno de sus platos más típicos, que además, ocupan todas las variedades posibles dentro del espectro gastronómico, desde las sopas de verdura hasta los postres especiales, pasando por la carne de las aves de caza próximas al lugar. Desde el cabrito al aroma rondeño, especialidad de la zona, hasta la deliciosa perdiz en salsa, pasando por la típica ensalada de la serranía o las tagarninas con tortillitas de atún, una auténtica exquisitez que posiblemente no podremos probar en otro lugar que no sea Ronda.
Muchos de los hoteles de la ciudad y sus alrededores saben que la gastronomía es una baza muy importante para atraer clientes, razón por la cual tienen cocina o restaurante propio, en su mayoría con la cocina tradicional rondeña como oferta principal, aunque también hay otros sitios que apuestan por una cocina más moderna, internacional y vanguardista. El caso es que es muy complicado encontrar un sitio en Ronda donde no comamos bien.
El paso de civilizaciones y culturas distintas ha convertido a la Ronda actual en todo un crisol de recuerdos de estas culturas, desde los romanos a los árabes, pasando por los cristianos. La ciudad puede presumir orgullosa de algunos monumentos realmente únicos, que valen por sí mismos una visita a Ronda para verlos en directo, porque impresionan bastante. Es como estar delante de un trozo de la historia, una sensación única.
La infraestructura turística en Ronda es de altísima calidad, ofreciendo a sus visitantes toda una gama de hoteles de varios tipos:
En definitiva, hay buenos hoteles de todas las clases y para todos los gustos!
Y como buena población andaluza, el tema de las fiestas es importante para Ronda. Una de las fiestas más conocidas es la de la Feria de Pedro Romero. Obviamente esta no es la única fiesta de Ronda.