Que la tierra tira es una obviedad, pero que de vez en cuando nos apetece visitar ciudades y capitales como Madrid, también. Esa es la ventaja de nuestro país, que nos permite desconectar de todo haciendo viajes rurales o de campo, pero también nos ofrece la posibilidad de disfrutar de los servicios que aportan las ciudades.
En el caso de Málaga, ahora con mayor facilidad por el uso del tren de alta velocidad, desplazarse hasta Madrid es como dar un paseo. Por supuesto, no hablamos de dejar Málaga, sino de pasar unas vacaciones en Madrid.
Entre los numerosos puntos fuertes que ofrece la capital de España encontramos centros culturales, instituciones políticas y económicas de reconocido prestigio en toda Europa. Entre la oferta turística que podemos encontrar cuando viajamos a Madrid están los teatros y museos de alto rango como el Museo del Prado y el Teatro Real, pero también podemos deleitarnos con manifestaciones artísticas como la arquitectura, cuyo gran exponente es la Puerta de Alcalá, una zona que aúna todas las carreteras radiales de España. Desde ella llegamos a otro punto neurálgico de la capital, la Fuente de la Cibeles, conocidísima por ser el sitio de reunión de los aficionados al fútbol para celebrar los triunfos de su equipo. Además, cuenta con joyas arquitectónicas como la Catedral de la Almudena, El Escorial o la plaza de toros de Las Ventas.
Sus monumentos y sitios populares hacen de Madrid su principal atractivo con edificios como el Palacio Real, el Senado, el Congreso de los Diputados, la famosa y navideña Puerta del Sol, estadios de fútbol como el Santiago Bernabéu, y por supuesto, los números rascacielos ubicados mayormente en el Paseo de la Castellana. Pero a toda esa gran oferta artística y cultural le podemos añadir la gastronómica porque si lo que esperamos de Málaga es un buen gazpacho, a Madrid acudimos con los ojos puestos en probar un buen cocido, el plato más conocido de la gastronomía madrileña y que hace las delicias de esos turistas que huyen de la comida rápida como el que huye del estrés cotidiano, para degustar tranquilamente un plato cocinado con esmero.
Y si lo que buscamos es simplemente pasear tranquilamente por Madrid, es imprescindible acudir al tradicional Parque del Retiro, un sitio entrañable para desconectar del tumulto en plena capital. La oferta sigue en los números comercios de la ciudad, actividades culturales y deportivas, fiestas locales, etcétera. Además, viajar hasta Madrid ya es tarea fácil; en avión, AVE, autobús o coche podemos desplazarnos para pasar unas vacaciones estupendas en las que nos podremos mover con el metro, que supone la segunda red más amplia de Europa, sólo superada por la de Londres.